Una contribución de
El Bundesrat quiere que la policía en toda Alemania empiece a utilizar el software de big data Palantir.
Lo que a primera vista parece un paso hacia la “modernización digital” es, en realidad, un escándalo político y democrático:
Palantir pertenece a Peter Thiel, un multimillonario estadounidense de ultraderecha que actúa abiertamente en contra de los valores fundamentales de la democracia.
Confiar a este hombre dinero público y datos sensibles sobre seguridad no solo es irresponsable,
sino que representa un riesgo de seguridad nacional.
Una dependencia peligrosa
El software Palantir ya está siendo utilizado por las autoridades de seguridad en Hesse, Baviera y Renania del Norte-Westfalia.
Ahora se planea introducirlo a nivel nacional – oficialmente de forma “temporal”.
Pero quien centraliza los datos policiales sensibles de todos los estados federados y los almacena en una estructura cerrada se vuelve dependiente a largo plazo.
Esa es precisamente la lógica del modelo de negocio de Palantir: atrapar a los Estados en infraestructuras digitales críticas.
En los discursos políticos se alaba la “soberanía digital”
Pero justamente en temas de seguridad interior, ¿ahora se quiere confiar en una empresa estadounidense con conexiones dudosas?
Existen alternativas viables – como soluciones europeas que respetan los principios democráticos y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Sin embargo, este debate parece estar siendo ignorado por el Bundesrat.
¿Quién es Peter Thiel?
Peter Thiel no es un empresario tecnológico neutral.
Es un actor ideológico con un objetivo claro:
reemplazar la democracia por una élite tecnocrática.
Thiel es un enemigo declarado del orden democrático – y no se trata de una exageración, sino de una convicción documentada.
“Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles.”
– Peter Thiel, 2009
Thiel es un admirador confeso de Carl Schmitt, el jurista del régimen nazi cuyas teorías son influyentes en la Nueva Derecha internacional.
Para Thiel, la libertad no es un bien colectivo, sino un privilegio de los multimillonarios para gobernar sin límites.
La agenda política de Thiel: una red de poder
- 1998: Cofundador de PayPal (junto a Elon Musk)
- 2004: Primer inversor externo en Facebook
- 2004: Cofundador de Palantir, desarrollado para la CIA, la NSA y la policía
- 2009: Fundador del Thiel Fellowship, promueve el pensamiento elitista y antidemocrático
- 2012: Publica Zero to One, manifiesto contra la igualdad
- 2016: Apoya públicamente a Donald Trump, obtiene influencia en su equipo de transición
- 2018: Financiamiento del Claremont Institute, think tank de la Nueva Derecha
- 2020: Inversión en Prospera, ciudad privada autoritaria en Honduras
- 2021: Financiamiento de JD Vance (ahora senador, posible vicepresidente de Trump) con 15 millones de dólares
- 2024: Debate en Alemania sobre el uso de Palantir por la policía
El Bundesrat debe actuar
Incorporar Palantir al trabajo policial convierte a Alemania en un país dependiente de un enemigo de la democracia – en lo tecnológico, lo político y lo estratégico.
En tiempos de creciente inestabilidad geopolítica, resulta extremadamente peligroso ceder la infraestructura central de seguridad a un multimillonario que simpatiza con fuerzas autoritarias como Trump, Musk y la Nueva Derecha.
El gobierno federal y el Bundesrat deben reconsiderar urgentemente esta decisión.
Se necesita un debate abierto y democrático sobre soberanía digital, protección de datos, dependencia tecnológica y alternativas – antes de tomar decisiones irreversibles.
Conclusión:
Quien compra Palantir no paga solo con dinero – paga con libertad y soberanía.
